viernes, 10 de enero de 2014

¿Que me ha supuesto leer "Mal de escuela"?

Leer el libro "Mal de escuela" me ha hecho retroceder años atrás, concretamente a mi época en el instituto.
En el libro se hace referencia a los "zoquetes", por decirlo de otro modo, a esos alumnos que por una cosa u otra tienen dificultades con los estudios y no avanzan en ellos, se quedan estancados.
En mi caso, mi época en la primaria fue bastante buena, no es que fuera un estudiante excelente, pero mis notas si que lo eran. Tenía facilidad para sacar muy buenas notas en los exámenes, tan solo estudiando en el trayecto desde mi casa hasta el colegio.
Pero al pasar al instituto todo cambió radicalmente, al no tener el hábito de estudiar los notables y sobresalientes se fueron trasformando poco a poco en suficientes e insuficientes, ya no valía estudiar en el trayecto de casa hacia el instituto, que era mucho más largo ya que estaba ubicado en otra ciudad, con eso no era suficiente.
El cambio de compañeros de clase, el estar lejos de casa, y la dichosa ley del mínimo esfuerzo hicieron de mí un verdadero zoquete, y a día de hoy considero que aún sigo siéndolo un poco.

Éste es el fragmento del libro que más me ha llamado la atención, no es con el que más identificado me siento, ya que podría escoger muchos otros fragmentos en los cuales si que veo un reflejo de mi mismo, pero este es el que más me ha gustado:

  Los profesores que me salvaron - y que hicieron de mí un profesor- no estaban formados para hacerlo. No se preocuparon de mis orígenes de mi incapacidad escolar. No perdieron el tiempo buscando sus causas ni tampoco sermoneándome. Eran adultos enfrentados a adolescentes en peligro. Se dijeron que era urgente. Se zambulleron. No lograron atraparme. Se zambulleron de nuevo, día tras día, más y más... Y acabaron sacándome de allí. Y a muchos otros conmigo. Literalmente, nos repescaron. Les debemos la vida.

El hecho de haber escogido este fragmento del libro es porque durante toda mi vida no recuerdo a ningún profesor que haya tenido que se haya implicado tan directamente en los problemas que pudieran tener sus alumnos.
Todos recuerdan a un profesor en particular al que le tienen mucho cariño, respeto o lo que sea porque ha sido un referente para ellos o porque les a ayudado. En mi caso nunca ha sido así. Solo he tenido esa sensación con la persona que me ayudó en mi formación como entrenador, sin ser éste el profesor de ninguna de las materias que se nos impartieron para sacarnos el título. Solo esta persona me ha demostrado y me ha dicho que soy capaz, que valgo para ello y que confía en mí.

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